Por supuesto. Si vas a organizar una montería u otra modalidad de caza o campeonato deportivo en el que se utilicen armas de fuego, has de saber que puedes incurrir en responsabilidades para el supuesto de que se produzca cualquier accidente durante su desarrollo. Muchas personas, muchos perros, muchas armas… No te la juegues: contrata un seguro que cubra este tipo de eventualidades.
Además, te aconsejo que leas bien la letra pequeña: fíjate bien en qué coberturas están incluidas y cuáles excluidas. Todo ello consta en la póliza de nuestro seguro, tanto en las condiciones generales como en las particulares. Debemos leerlas con mucho detenimiento.
Del mismo modo, has de constatar la inexistencia de cláusulas limitativas -vulgarmente conocidas como cláusulas oscuras-. Sí, son aquellas que restringen o modifican los derechos de los asegurados a la indemnización una vez que se ha producido el siniestro. La Ley exige que sean específicamente aceptadas por escrito por el tomador, bien en la propia póliza en que se contienen las condiciones particulares y generales o bien en otro documento. Así evitarás desagradables sorpresas en un futuro.