En la mayoría de las comunidades autónomas se prohíbe expresamente el recorte de rabos en perros por motivos raciales o estéticos. No obstante, sí se permite a fin de salvaguardar la salud e integridad física del animal y siempre que se realice por un veterinario autorizado.
Lo procedente sería que solicitaras al comprador el certificado que en su día emitiría dicho veterinario y en el que han de consignarse los datos referentes a la intervención, explicitándose, en su caso, que la misma vino motivada precisamente para evitar futuras heridas o laceraciones en el animal que pudieran producirse como consecuencia de su deambular por el campo.